sábado, 9 de agosto de 2014

Pechito Ferreiro

Adrián Alejandro Ferreiro, conocido por todos los vecinos de Palermo como Pechito, vivía sin techo en la esquina de Scalabrini Ortiz y Santa Fe con sus dos perros, a los que llamaba “Alberto Cortés” y “Nino Bravo”.

Los vecinos afirmaban que era un personaje simpático, que no molestaba a nadie. Tenía todas sus cosas sobre la vereda junto a la sucursal del banco Francés y pegado a la boca de la estación Scalabrini Ortiz del Subte D. Tenía una cama, un televisor conectado al cable y un equipo de música con el que hacía karaoke. Con sus perros formaban el grupo “El trío los de la calle”. Eran inseparables desde que Pechito los recogió de la calle, justamente él fue quien les dio protección y un lugar donde vivir.

Estuvo en esa esquina durante doce largos años. Recibía la ayuda solidaria de los vecinos que le acercaban alimentos y abrigo. Incluso cuando cumplía años le llevaban regalos. El último cumpleaños fue cuando cumplió 40.

El viernes 30 de agosto de 2013 fue levantado por una camioneta del BAP (Buenos Aires Presente), organismo que depende del gobierno de la Ciudad. Luego de eso, estuvo desaparecido 48 horas y finalmente falleció en el Hospital Rivadavia.

Hay datos que indican que cuando llegó al Hospital Rivadavia, muy grave, tenía señales en el cuerpo de haber sufrido fuertes golpes. Entre el momento en que fue levantado por el BAP y su posterior aparición, hay un agujero negro, es un misterio por dónde anduvo y por qué apareció lastimado y casi sin poder moverse.

Según el Gobierno de la Ciudad, el 30 de agosto fue llevado al Hogar Rawson, donde iban a darle asilo. Este dato llamó la atención de los vecinos ya que sabían la voluntad de él de vivir en esa esquina con sus perros. Ante la noticia, vecinos de Palermo se acercaron hasta el Hogar Rawson para conocer cómo se encontraba, pero se les dijo que ya no estaba allí y que había sido derivado al Hospital Penna. Sin embargo tampoco lo encontraron, ni a él ni a sus mascotas, y nunca estuvo registrado su paso por ninguno de estos dos sitios. Dos días después lo encontró personal del SAME, estaba deambulando semidesnudo en las inmediaciones de la cancha de San Lorenzo, en mal estado de salud. Lo trasladaron al hospital Piñeiro y más tarde al Rivadavia, donde fue internado en terapia intensiva casi al borde de la muerte. Su partida de defunción revela que murió de neumonía el sábado 7 de septiembre de 2013.

La pregunta que se hacen todos es si hubo abandono de persona. Es llamativa la desidia que existe en esta ciudad contra las personas en situación de calle.

Alberto Cortés y Nino Bravo perdieron a su mejor amigo, a su compañero de vida. “Yo soy la voz de ellos”, decía Pechito. Hoy están siendo cuidados por vecinos de la zona. Los sacan a pasear y les dan cobijo.

En esa esquina, que supo ser su hogar, se puede ver una baldosa recordando a Pechito, y un mural donde la gente le deja mensajes para recordarlo y que no sea olvidado.

Fotos:



0 comentarios:

Publicar un comentario